En el corazón palpitante de Tamazula, Jalisco, justo frente al jardín principal y con la iglesia como vecina de toda la vida, se alza este edificio que, tras las heridas del sismo de 2021, encontró una nueva oportunidad para renacer con fuerza, belleza y propósito.

La remodelación no solo restauró lo dañado, sino que celebró la resiliencia del espacio y de quienes lo habitan. En el tercer nivel, como brote nuevo sobre raíces profundas, se diseñó un rooftop que abre sus brazos al cielo. Un lugar donde la arquitectura se disuelve para dar paso a la contemplación: vistas de 360 grados que enmarcan la vida cotidiana del pueblo, el campanario que marca las horas, la montaña que abraza desde lejos y los colores que cambian con la luz del día.

Grandes ventanales se convierten en cuadros vivos del entorno. Este proyecto no solo recupera un edificio, sino que transforma la experiencia de habitarlo: desde adentro hacia afuera, desde lo estructural hacia lo emocional. Porque en Tamazula, cada rincón cuenta una historia, y ahora este también tiene una nueva que contar.